¡Hola! soy
Patricia Esquivel García, Contadora de profesión de la UNMSM y
tengo 24 años.
Les escribo para contarles la maravillosa experiencia
que viví a través de AIESEC; el último 29 de diciembre viajé a la
ciudad de Sao Carlos, Brasil para realizar un intercambio en dos
ONG’s de la misma ciudad, mi primera experiencia fue en la ONG
Ramudá, la cual se encarga de promover arte y cultura en la Ciudad,
mi trabajo consistía en apoyar a la elaboración de la presentación
de un Bloco de Carnaval en la Ciudad con la temática de un Desfile
de Payasos, para ello empecé a diseñar vestuarios de payasos y a
elaborarlos, esto fue algo totalmente nuevo para mí, asimismo apoyé
en la confección de instrumentos musicales a base de material
reciclable y también convoqué a personas que quieran participar del
mismo proyecto.
Mi segundo
proyecto empezó la quincena de febrero, y fue trabajar en un Hogar
de Niños llamado “Lar Rosa de Sarom”, en el cual los
intercambistas teníamos que realizar una presentación de nuestro
país a los niños, comentarles acerca de nuestra cultura y
mostrarles lo más típico de cada país como la música, comida y
lugares turísticos.
Los niños
venían al hogar antes o después de escuela en los turnos mañana y
tarde, y nosotros nos encargábamos de cuidarlos, distraerlos y
algunas veces ayudarlos con las tareas de la escuela. Aquí se
consiguió que los niños conozcan más nuestros países.
En
la ONG tuve la oportunidad de trabajar con Lis,otra compatriota más,
Francisca (una chilena), Matthew (un australiano), Céline (una
alemana) y Andrés (un colombiano).
En
esta ciudad conocí a otros intercambistas de lugares muy alejados de
mi país como Australia, Mozambique, Sudáfrica, China, Alemania,
Rusia, Suiza, entre otros, esto me permitió conocer un poco más de
otras culturas y hacer sobre todo muy buenas amistades.
Permanecí
tres meses en Brasil , me siento satisfecha con la realización de
dos actividades tan gratificantes Brasil es un país en el cual conocí
personas maravillosas, la gente aquí es muy alegre y
generosa, aprendí más de la cultura, la comida, conocí lugares paradisíacos, visité al Cristo Redentor y mejore mi portugués.
Definitivamente
esta gran experiencia me permitió salir de mi zona de confort a la
cual estaba acostumbrada y ha contribuido a tener una visión
diferente y más real de la vida.
No
me queda más que agradecer a AIESEC por dar la oportunidad a través
de los programas de Intercambio a impactar vidas y ser embajador de
mi país en otro, asimismo a todas las personas que fueron parte de
esta experiencia y la hicieron inolvidable.
Si
tuviera la oportunidad de realizar otro intercambio no lo pensaría
dos veces.
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